Sabores del Mundo

LUSITANO: EL PORTUGUÉS DE BARRIO ITALIA QUE SORPRENDE COMO EMBAJADOR DE UNA GASTRONOMÍA CON IDENTIDAD

Con más de 13 años emplazado en el número #1414 de calle Condell, en el lado tranquilo de Barrio Italia, Lusitano restaurant nos invita a conocer y adentrarnos en el maravilloso y poco conocido mundo de la gastronomía portuguesa. Ya sea que conozcas Portugal o lo tengas dentro de tu lista de destinos por conocer, es sabido que los lusos se toman en serio su identidad culinaria y se sienten muy orgullosos de ella. 

La cocina portuguesa es un buen ejemplo de un resumen cultural que ha tomado siglos de invasiones, viajes, conquistas, intercambios comerciales, religiosos y políticos; resultando en una gastronomía regional variada en la que priman la calidad de los productos y una noble manera de tratarlos. 

Es por ello que Lusitano, con sus amplios espacios, áreas verdes y servicio jovial, busca acercar los sabores de este país con lo que ellos denominan “cocina de barrio”, donde podemos encontrar alternativas de picoteos o “petiscos”, carnes y pescados a las brasas, pastas, sandwiches y dulces; sin olvidar una amplia y bien pensada carta de vinos y licores, muchos de ellos importados directamente desde Portugal. La coctelería presenta los clásicos ejecutados elegantemente y también apuestas de autor, donde destacan nombres como Flor de Agua, Piel Canela y Palpítame.


En esta ocasión y ya sentados a la mesa, la experiencia comenzó con una Crosta Portuguesa: una fina lámina de masa horneada a modo de pizza ligera, con mozzarella, embutidos y queso de cabra, más unos toques de pesto. Ideal para compartir, dejando espacio para las siguientes sorpresas.

Continuamos con un clásico de la ciudad de Porto, a pocas horas de Lisboa: la Francesinha. Este sandwich en pan de molde con carne de vacuno y embutidos, construido como si fuera un Croque-madame con un huevo frito encima, gratinado con queso y bañado con una salsa atomatada, borracha y picante que va perfecta con las papas fritas que lo acompañan. ¿Bomba? Sí, pero una buena bomba. Ahora entendemos por qué todos los años se hacen concursos nacionales para encontrar al mejor exponente de esta preparación.


No podíamos perder la oportunidad de probar el plato por excelencia en el repertorio portugués: el bacalao. Preparado como Bacalhau à Brás, se trata de un pescado desmigado o desmenuzado junto con huevos, papas fritas hilo y cebolla estofada, todo bien revuelto y profusamente aderezado con aceite de oliva, ajo y perejil. Confirma la regla de pocos ingredientes, gran resultado. Menos es más.

Otro platillo muy común en todo Portugal es el Bife à Portuguesa: 300 gr de lomo a las brasas servido con jamón serrano y huevo frito sobre una mantequilla amostazada. De acompañamiento arroz blanco con papas fritas, un contrapunto sencillo que resulta ser una mezcla perfecta que rememora una comida casera, cercana, simple y rica.


Para endulzar la nota, no podíamos menos que probar los muy conocidos Pasteis de Natas. Pequeños hojaldres rellenos de una crema avainillada, crujientes y al mismo tiempo aterciopelados, espolvoreados con canela y azúcar flor. Para completar la experiencia al modo de un lisboeta, acompañamos con una taza de café expresso Delta, traído directamente desde Portugal con dicho fin.

En resumen, sin prisa y sin pausa, el Lusitano restaurant se afianza como uno de los clásicos del barrio Italia, continuando firme con su propósito de acercar Portugal a Chile y hacerlo en un ambiente distendido, con buena música, exquisitos cocktails y una cocina sincera, cercana y asequible. Un espacio escondido del bullicio en Providencia que sorprende con una propuesta fuera de lo común, con identidad propia y harto más que entregar.

Texto: Ávaro Bustos B. 
Fotos: @lamediafoto

ÁLVARO BUSTOS - SANTIAGO

Periodista - Fotógrafo

alvarobustosbarrera@gmail.com

Comentarios