¡En la cima del cerro! justo ahí en Cerro Alegre, el mítico e ícono cerro de Valparaíso se encuentra ubicado el bar/restaurante/centro cultural El Internado Valpo. Caminando por Dimalow, disfrutando la vista desde las alturas del puerto, nos topamos con una amable y colorinche entrada. Lo que nos cautivó: su música y la propuesta de coctelería de autor que se siente en cada paso que das.
En el primer piso nos encontramos con una elegante mesa de pool en un salón que evoca un buen whiskey en las rocas. Paso seguido, una cocina llena de urbancooks y una decoración industrial que aparece entre las tablas y maderas de este internado de niñas que fue restaurado hace ya unos años atrás. En el subte, mientras tanto, se llevaba a cabo un taller de psicología en torno a la violencia de género. De entradita relaja (para quienes estamos acostumbrados a la formalidad y estructura del servicio) su poca formalidad y excelente atención a los comensales. La música te invita a ir por un cóctel y llenar las ganas y la panza con un sabroso sándwich.
La Carta, sin complejos ni rodeos, de autor por donde se mire: Hamburguesas como La Rebelde con chutney de arándanos y queso azul, una Presumida de quínoa con alfalfa y pesto de perejil o una buena Negrarica de prietas y cebollas dulces encurtidas, el mejor atrevimiento de Gisella Caselli su pluralista La Vegana, hamburguesa de garbanzos y zapallo camote con rábanos dulces encurtidos y cebolla crispy (en cajún). Oh, manjar de dioses que se hizo presente en la mesa para calmar nuestras ansias de innovación y rupturimo exquisito!
Nos deleita también el Corasound, un picoteo sabrosón bien thai: Camarones coquetos, camarones apanados en coco y panko sobre un puré de zanahoria y canela y una spicy salsa de maracuyá y rocoto. Como para ir rompiendo tus esquemas ¡Ojo ahí!
Su coctelería te mueve el piso y el alma de comensal conservador con un lacho Huaso Fresco, preparado con diaguitas, syrup de carménère, pepino, ginger y la nota latente de angostura, y si te animas un poco más a zapatear, te prenden el alma con un Qué Pasa Jack una majestuosa apertura picarona de jack, rocoto y maracuyá. Es que te lo digo: aquí no hay rodeos, cada cóctel te cuenta en un segundo con ¡qué chichita te estás curando!
Entre el movimiento pedimos un momento para conocer a la cabeza creadora de tanta maravilla, Gisella Caselli, la chef ejecutivo de Fauna Hotel Restaurante y de El Internado Valpo fue a sentarse con nosotros y la tarde se nos hizo corta. Nos contó de su pasión por llevar al comensal a otros espacios a través de la comida y la tarea que tenemos pendiente como país y a título personal como cocineras y cocineros: mostrar a nuestras mesas que atreverse siempre es el mejor camino, que la identidad gastronómica debe partir por el trabajo y la experiencia de cada persona que se sienta a compartir en torno a un plato o algo de beber. Saca aplausos su propuesta y las ganas de dar en cada plato una experiencia única.
El barrio gastronómico que se está dando a conocer en Cerro Alegre deleita de principio a fin y la cofradía de cocineros con ganas de innovar y evolucionar no pasa inadvertida. Si quieres hacer la previa, anda y conoce el barrio, las galerías de arte de cerro alegre te llenan el corazón y la cabeza, y para terminar el trayecto si o si El Internado Valpo hará de tu día uno de esos redonditos. Con un cóctel o un café y sabrosa pastelería (no se pierda el cheesecake cítrico, clásico en su técnica, maravilloso en su textura! cosa más bien hecha no hay, la visita es a prueba de errores. Si gente, la propuesta es más que completa, hay para todos los gustos y tiempos.
Síguelos!
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Fotografía: ivanvilchesb_