Hace un tiempo ya que Hotel Sommelier, ubicado en Merced, está dando que hablar gracias a su propuesta temática entorno al vino y su increíble terraza que fue gratamente acogida durante el verano. Hoy, nos presenta una carta de ideal para el invierno y una cálida terraza acondicionada para recorrer los sabores propios de Chile.
Subir a la terraza de Hotel Sommelier puede sonar una locura en invierno, sin embargo, nos sorprendió la calidez; estufas y mantitas o ponchos de polar están a la espera de todos los comensales. Nos recibió amablemente Carlos Torres, garzón venezolano que acompaña a Hotel Sommelier desde sus inicios.
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La consigna fue entonces probar los platos que nos hablaran de Chile y su invierno. Partimos descorchando lo que sería nuestro hilo conductor para toda la experiencia: un
Family Reserve Carménère cosecha 2017 de Tres Palacios. Vino de autor, de pequeñas partidas y añejado por 18 meses en barricas de roble francés de segundo uso. De suave color rubí, de aroma floral y frutos del bosque.
Ya con nuestro invitado de honor, nos deleitamos con el rey de los reyes, el Caldillo de congrio de Autor: con un extracto impreso de la Oda al Caldillo de congrio en papel de arroz comestible, este plato es un festín, un “levanta muertos” e ideal para esos días fríos. Mientras esta sopa humeaba cálidamente desde su fondo color ocre, mi hambriento comensal comienza a probar su Pastel de centolla, que gratamente me sonríe cuando comprueba un gratinado perfecto que protege a una cremosa mezcla llena de sabor y consistencia.
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Ya habiendo entrando por nuestras costas, continuamos con un Cancato de salmón. Proveniente desde Puerto Montt, este colorado pez nos maravilló con su sabor y presentación. Acompañado de puré de berenjenas, tomate confitado, longaniza asada, cebolla atomatada, llamó enormemente la atención las suaves esponjitas de orégano y la crema de queso que coronaba este exquisito plato.
Como segundo principal nos aventuramos con una Plateada con mote fungi: una tierna carne cocinada por más de 36 horas a fuego lento hacen posible que todos los ingredientes de este plato se relacionen armónicamente. El mote fungi no se queda atrás, al estar suavemente condimentado con unas gotitas de aceite de trufa, logrando un sabor precisamente equilibrado.
Y Chile y sus sabores, -y aún más de invierno-, no termina de definirse sin sus postres. Probamos una pareja perfecta de Brazo de Reina y Alfajor Chileno. El tradicional Brazo de Reina, con un esponjoso y jugoso bizcocho rellenado con alcayota y coronado con una lámina de chocolate blanco, limón y bicarbonato (ideal para terminar con una sensación más liviana) hace pareja perfecta con el clásico alfajor de excelente manjar.
Sin embargo, para mi, no hay primer lugar más que para el Turrón de Vino, el top 1 de los postres invernales y del cual podría escribir un artículo completo dedicado solo a él. presentación llamativa, una copa que se ha caído por tener tanto relleno de dulces sabores. Merengue sedoso, acompañado de una salsa suave de vino y gelatinas confitadas, este postre es por excelencia el de Sommelier, más aún cuando la temática nos cierra en una propuesta consistente entorno al vino.
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