En Caleta Buena se respira “iquiqueñismo”. Desde su estilo de decoración a sus preparaciones, y con su cocina sabrosa y contundente, basada en sabores comunes para los locales, es protagonizada por los productos más frescos del Pacífico, cuidadosamente elegidos a diario por sus dueños para agasajar a sus visitantes.
El local es administrado por una orgullosa familia de pescadores iquiqueños que, con una propuesta gastronómica pura y honesta, cumplen a cabalidad las tres "B”. En Caleta Buena, los precios son muy convenientes, y existe un excelente ambiente, algo que los locales saben y valoran, demostrado en que en la hora de nuestra visita -viernes al almuerzo-, el restaurante está repleto, por lo que Don José Ruz, su dueño, nos pide esperarlo un poco ante el ajetreo del servicio.
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Nos instalamos y deleitamos viendo la enorme cantidad de pescados locales disponibles en la carta: albacora, cabrilla, congrio colorado, pejerrey, mulato, dorado y papaniagua, entre otros peces, -pero afuerinos-, además de variados mariscos que, en preparaciones frías y calientes, nos remontan a la gastronomía chilena de costa, con elementos de una cocina de herencia pampina.
Para su dueño, el secreto del éxito está en respetar por sobre todo el producto y el escuchar al cliente. “Somos una familia proveniente de la zona de “El Colorado” en Iquique, un barrio que está relacionado con el mar, por lo que tenemos mucha experiencia en esto. Soy integrante de una cuarta generación de pescadores. Voy a la Caleta Riquelme, y ahí me encuentro con familiares y un montón de gente de mar, que nos conocemos todos y nos ayudamos”, cuenta Ruz, quien nos adelanta que próximamente abrirá una segunda locación de su restaurante.
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Entrando en materia, de entrada probamos unas clásicas empanadas: loco/queso y ostión/queso, que, de buen tamaño, masa y fritura perfecta, tenían una buena proporción de relleno de cada marisco, conjugando a la perfección con el queso mantecoso derretido. Para beber, optamos por una cerveza Heineken bien helada y nos preparamos para el plato fuerte: Pescado fresco local.
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De fondo, elegimos congrio colorado frito y albacora con una salsa de mantequilla y alcaparras. La impresión que nos queda con respecto al pescado, es que es un producto del día y que se respeta realmente al cliente en esto. La porción de congrio es realmente grande (tres filetes fritos), de excelente consistencia y crocancia, que fue acompañado de papas a la huancaína con un toque justo de picor y un tradicional arroz chaufa estilo “chifa”. Para la otra elección, la ligera salsa fue ideal para no quitarle el protagonismo al plato bandera de los iquiqueños: la albacora, que fue muy buen acompañada de un musten las mesas nortinas, arroz blanco bien graneado y una ensalada al estilo pampino.
Un verdadero banquete, digno de la “Tierra de campeones”.
¡Síguelos!
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Instagram: @caletabuena.restaurant
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