Picadas Cool en Antofagasta

RUTA 1: PARA OBLIGADA EN ANTOFAGASTA

Por la costanera principal de Antofagasta, casi llegando al popular sector del trocadero, hay un desvío que se hace obligado al horario de almuerzo llamado restaurante Ruta 1.

Son algunos años que llevan en el cuerpo Ingrid Santibáñez y Juan Carlos Díaz, llevando la simpleza de nuestros platos de mar a la mesa Antofagastina. Y como dicen, en la simpleza hay también mucho de arte y nobleza. Así es Ruta 1.

En esta picada de pescados y mariscos prima la frescura y la abundancia. Y, donde nunca falta un buen plato de algún caldo o fritura marina. Y pese a que es un restaurant que se ha hecho a la mar ha sabido abrirse camino en base al buen comer y la generosidad.

Este bastión de comida marina, ha izado sus velas en torno a una gastronomía “costeña”, con base a chupes, pailas y fritangas. Y, en este mes del mar, no podíamos pasar por alto un faro gastronómico en torno a tales delicadezas.

 

Ante tantas preparaciones que salían a nuestra vista, se nos abrió el apetito, y para apagar esos sones de mar, nos dejaron caer un aterciopelado y ajustado pisco sour de la casa junto a un par de empanadas fritas de loco queso y la clásica de mariscos, infaltable al momento de yantar un menú de mar.

Ya navegando en aguas más profundas, un servicial Gino Pace, nos remató con un corpulento Jardín de marisco para dos personas que en realidad pueden llegar a comer tres, si son de paladar más delicado y vientres más ajustado. Erizos, locos, lapas, calamar, reineta, albacora, ostiones, camarones y jaiba salieron a la cancha en distintas preparaciones y texturas que, realmente, nos hicieron naufragar por su frescura, sabor y blandura.

En Ruta 1 se nota la preocupación por entregar esa calidad, manejo que va de la mano del trabajo de uno de sus dueños, quienes se preocupan día a día de seleccionar lo mejor que nos entrega el mar para ponerlo al deleite de sus clientes.

Siendo así, no dejamos pasar por alto un sedoso pastel de jaiba y un sabroso chupe de locos, ambos de buena preparación con textura y cantidad de pan adecuado. Ello, acompañado de unos frutosos jugos de frutilla y guayaba, que sirvieron para refrescar y tomar fuelle en esta cruzada.

La carta de Ruta 1 es ajustada y sin mayores pretensiones, lo cual se agradece. Con todo el catálogo marino y con una pisca de enjundia del Rímac, en todo caso, con frituras notables y guarniciones simples, pero bien logradas, que marcan la magia de su personal y hacen imprescindible una visita este comedor.

En tanto, su carta de bebestibles se complementa principalmente con vinos blancos como Corralillo, Organic Wine, Santa Ema y Las Mulas. Además de la carta cervecera como Kross, Austral y Kunstmann.

La navegación la varamos con una degustación de helado, que va de la mano con la propuesta familiar del local.

Destacamos la amabilidad del servicio y el corazón de sus dueños, lo que sin duda se siente y agradece, convirtiéndose el restaurante Ruta 1, en un referente a recomendar cuando se trata de degustar junto a la familia nuestros mejores platos del menú nacional marino en la perla del norte.

¡Síguelos!

Facebook: Ruta1-Restaurant

Instagram: @Ruta1restaurant

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