Originaria de Burdeos, Francia, este vino se caracteriza por su elegancia y por sus delicados y suaves taninos. En Chile, se cultiva principalmente en el Valle Central, debido a la excelente calidad de suelos y el clima que permiten crear las condiciones ideales para la producción de este vino. La cepa Merlot es una de las más conocidas y plantadas alrededor del mundo, pero sin duda su mayor presencia se da en Francia, donde se producen dos tercios de todas las uvas Merlot a nivel global. Su nombre proviene del diminutivo francés “mirlo”, un ave pequeña de color negro, que se parece mucho al fruto de la vid, debido a su color entre rojizo y azul negruzco.
Es un vino que pertenece a la misma familia del Cabernet, pero que se caracteriza por su finura y suavidad, sin dejar de ser aromático y carnoso. Su sabor y aroma son característicos y sus maridajes varían con relación a los de las otras clases de vino.
“Recomendamos servir este vino entre 17°C y 18°C, temperatura ideal para que pueda expresar toda su elegancia y suavidad, teniendo una poca astringencia con aromas a mora, frutillas y fresas, acompañados de toques a chocolate, vainilla y casis”, señala Massimo Leonori, Sommelier de
Viña Concha y Toro.
Todas estas características permiten que el Merlot sea el acompañante ideal para acompañar carnes blancas, pastas, charcutería y distintos tipos de quesos.