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04 de Enero de 2021

PASTELERÍA FAMILIAR DE LOS ÁNGELES SE REINVENTA

Con más de 25 años en el mundo gastronómico local, esta pyme busca sobreponerse al impacto económico de la crisis sanitaria, buscando llevar la calidad de sus productos a los amantes de lo dulce. Pastelería familiar de Los Ángeles se reinventa en tiempos de pandemia con nuevo local y productos de repostería

En la localidad de Huépil, al norte de Los Ángeles, la jornada comienza muy temprano para la familia Ñancupil- Sanhuenza, ya que diariamente son los encargados de las preparaciones dulces más tradicionales de la zona. Los pedidos de los clientes no pueden esperar, pues son parte de un emprendimiento con más de 25 años ligado al mundo de la repostería, y que recientemente, van en busca de nuevos horizontes tras la apertura de un local en la capital de la Provincia de Bío Bío.

Los efectos económicos de la pandemia no tardaron en llegar y los llevó ad portas de la quiebra, sin embargo, pudieron sobreponerse y aventurarse con una nueva apuesta para potenciar el crecimiento del negocio. Tortas de todo tipo, berlines y pasteles son parte de la gama de productos que han ido perfeccionando con el paso de los años, y que los ha convertido en líderes indiscutidos en el mercado local en el último tiempo por una buena parte de la clientela angelina. Lejos de industrializar la elaboración de sus dulces, la familia busca mantener la esencia de la cocina artesanal, poniendo el sello “hecho en casa” en cada una de sus preparaciones, entre las que destacan la emblemática “torta de hoja con manjar casero y nueces, el brazo de reina y la torta merengue helada”

La cadena de producción a cargo de siete personas, está ubicada en la ciudad de Huépil, desde donde diariamente salen todos los productos de repostería para ser vendidos en la sala de ventas ubicada en el sector oriente de Los Ángeles. En los últimos meses, la pandemia los ha obligado a dar el salto al mercado digital para ofrecer sus productos, y a implementar los servicios delivery para poder subsistir, en medio de un escenario poco alentador para los emprendimientos ante el severo impacto económico que ha generado la crisis sanitaria.

Preparaciones y especialidades

Berlines y tortas decorativas fueron parte de los inicios de esta pyme, que con el paso del tiempo ha ido profesionalizando sus métodos y ampliando su carta para gustos dulces más exigentes. Todas sus elaboraciones son realizadas con coberturas preparadas artesanalmente, manjar casero, mermeladas caseras y frutas de primera selección con tal de llevar a la mesa de los comensales un producto que cumpla con todos los estándares de calidad. A la fecha, sus tortas insignia son la torta de hoja con manjar casero y nueces, torta amor y mil hojas, y en general todos los productos que llevan manjar casero. También ofrecen productos más pequeños como los berlines mixtos y los waffles que están entre los más cotizados por parte de su fiel clientela.

“Estamos en constante reinvención de nuestros productos, ya que las exigencias de los clientes van cambiando muy seguido. Para eso apostamos por la fusión de sabores a través de una amplia variedad de frutas y coberturas en nuestras tortas y pasteles. Más allá de lo complejo de nuestras preparaciones, buscamos mantener el sello artesanal que tanto le gusta a la gente”, señaló uno de los socios de la Pastelería Ñancupil &Sanhueza, Felipe Ñancupil.

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