Anticuchos: Si bien no son el plato fuerte de esta celebración, hacen un muy buen trabajo para calmar el hambre mientras se espera el asado. Es un plato perfecto para el picoteo y conversaciones entre amigos, que si además se acompaña con un
Casillero del Diablo Merlot, va mucho mejor. Este vino posee un estilo fresco y suave, que puede acompañar bien tanto las verduras como las carnes que componen el anticucho.
Choripán: Es una de las opciones más populares del 18. Es un plato con alto contenido de grasa que necesita acompañarse con un vino jugoso y de buena acidez, para ayudarnos a limpiar esa grasa de la boca, pero al mismo tiempo necesitamos estructura para compensar la intensidad de sabores de este plato, por lo que
Casillero del Diablo Cabernet Sauvignon o la variedad Malbec, son dos opciones más que acertadas.
Asado: es el infaltable en esta celebración, y el vino con el que lo acompañes dependerá siempre de la preferencia en el tipo de carne. Por ejemplo, las carnes blancas, que se pueden acompañar con una gran variedad de vinos más ligeros; mientras que las carnes rojas van mejor con tintos con una mayor presencia tánica y de estructura.
Lo cierto es que en los gustos no hay nada escrito y que cuando de escoger un buen vino se trata, siempre habrá una gran cantidad de opciones. Pero recuerda siempre que escoger el vino ideal para el plato que vas a degustar, puede ayudarlo a potenciar al máximo los sabores en tu paladar.
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