El ron, esa espirituosa y cautivante bebida de caña de azúcar que ha conquistado paladares y corazones en todo el mundo, tiene una historia que se teje a lo largo de los siglos y a través de múltiples culturas. Sin duda, gracias a esta bebida alcohólica, el Caribe, se convirtió en uno de los ejes de la producción de ron debido a la gran cantidad de caña de azúcar cultivada en la región. Durante la época de la colonización europea, las plantaciones de caña de azúcar y las destilerías de ron se multiplicaron en las islas caribeñas, creando una industria próspera que dejó una huella imborrable en la cultura y tradiciones de la zona.
En ocasiones la historia, nos entrega resultados maravillosos por el cruce del azar con las personas, lugares y alimentos indicados. Dando como resultado verdaderos tesoros. En este caso
Flor de Caña, oro líquido de caña, una bebida espirituosa con altas distinciones que se fragua a la sombra de un volcán activo en pleno
“Cinturón de Fuego del Pacífico” en Nicaragua desde el año 1890, fluido de la tierra que se introduce en pequeñas barricas de bourbon premium selladas con fibra de plátano nicaragüense, sin azúcar o ingredientes artificiales que se añejan lenta y cuidadosamente bajo la supervisión de los maestros roneros de la empresa.
Añejado centenario bajo la sombra de un volcán
La destilería
Flor de Caña, nace como una aventura en 1875 cuando
Alfredo Francisco Pellas Canessa, un joven de Génova, Italia, decide arriesgar todo dejando atrás a su familia y las comodidades del viejo continente para viajar al exótico país de
Nicaragua. Inicialmente, durante la
Fiebre del Oro, invierte en una ruta de barcos de vapor para transportar pasajeros y bienes de la costa este de EE.UU. a la costa oeste, atravesando Nicaragua. Esta ruta fue un gran éxito, pero al conocerse la noticia de la construcción del
Canal de Panamá y de un ferrocarril de costa a costa en EE.UU., Alfredo Francisco decide que es momento de iniciar una nueva aventura.
En 1890, descubre la ubicación perfecta para fundar la destilería
Flor de Caña, justo a la sombra del volcán San Cristóbal, el más alto y activo de Nicaragua. Para comenzar esta aventura ronera, la fertilidad de sus tierras, el agua enriquecida, las altas temperaturas, gas, cenizas y humo volcánicas, resultaron ser elementos claves para forjar el sabor excepcionalmente suave y único de
Flor de Caña, un ron de clase mundial con sendos premios y reconocimiento en destacados certámenes mundiales.
Un proceso de producción con un futuro más verde
Hoy la compañía ronera mantiene su consigna familiar, correspondiente a la quinta generación que administra el camino y devenires futuros de la empresa. Teniendo presente que en la actualidad solo tres en 10,000 empresas familiares han llegado hasta la 5ta generación. Además,
Flor de Caña, es uno de los lideres globales en practicas sostenibles.
Este ron cuenta con una tradición y excelencia artesanal en cada gota y
próximo a cumplir 130 años, en el proceso de producción de ron,
Flor de Caña, se distingue bajo la misma custodia familiar alcanzando y conservando la excelencia en sus rones. Añejado naturalmente, da rones únicos por su naturaleza, historia, calidad y sabor. Entremezcla aromas y sabores con tal maestría que son puro placer para el paladar y un deleite para los amantes del ron que es sabido a nivel mundial. Es una marca certificada en carbono neutral y Fair Trade. Por otro lado,
la compañía fue seleccionado para ser parte del programa eco-amigable de Amazon. Manteniendo diversos programas sostenibles con el medio ambiente, colaboradores, comunidad y consumidores.
La magia de Flor de Caña en Chile
En la actualidad la marca Flor de Caña, goza de reconocido prestigio en sus diversos productos, destinados para los distintos segmentos del
Canal Horeca Nacional. Con un portafolio de rones premium en categorías: Ultra lujo, lujo, ultra premium, super premium, premium y colección especial. Días atrás la marca realizó una fuerte activación de sus productos en el norte grande de nuestro país con la participación especial de su Brand Ambassador para Chile, Chabi Cádiz, quien nos presentó en una clase maestra el catálogo del portafolio de rones de lujo, ultra premium y super premium de la marca, dirigida a restaurantes y hoteles de alto nivel.
Exposición que nos permitió entender el concepto familiar de la marca, su propuesta ronera y la excelencia de sus productos dirigidos al mercado premium. Para seguir con una degustación de los rones
Flor de Caña de 25, 18 y 12 años. Pudiendo apreciar la intensidad de sus aromas, destacando sus notas de vainilla, nueces y frutas almendradas madera y cacao oscuro que perduran en el paladar. Su embajadora, no señalo “que uno de los elementos principales de la marca es su sentido familiar, tradición y excelencia. Con una destilación con energía 100% renovable. Además de destacar que los
productos son libres de gluten, sin ingredientes artificiales y con 0 azucares”. Actividades que buscaban empoderar la marca y producto como mostrar su versatilidad con clases de coctelería y degustación para personal de servicio de restaurantes, hoteles y publico en general.
“Flor de Caña, un legado familiar de excelencia ronera”.