Un pequeño, pero gran espacio creativo, lleno de color, sabor y creatividad, en una de las principales avenidas de La Serena, y a unos diez minutos del centro, se emplaza Cursi Donuts, un universo gastronómico dedicado, casi en su totalidad, a las donuts.
Cursi Donuts es un lugar donde apetece comer todas sus donuts, pero con sentimientos encontrados. Cada donuts es creada con tanto detalle y dedicación que da penita ¡devorarlas!, y es tal la creatividad de su dueña, Siolung Wong, que cada vez se le ocurren más y más ideas para encantarse y encantar a sus comensales, en su mayoría niños y jóvenes. Sin embargo, muchos adultos han sucumbido al dulzor y belleza de sus donuts.
Con sólo 29 años, sus estudios en diseño y cocina en el Instituto Argentino de Gastronomía (Iag) llevaron a Siulong a crear Cursi Donuts en diciembre del 2017. Comenzó todo como un juego. Preparaba cada donuts con formas de figuras favoritas, subía sus imágenes a instagram y causaban furor. Luego comenzó a vender por encargo, y fue tal el éxito que decidió abrir su mundo donuts. ¿Por qué cursi? “Porque todos mis dibujos y donuts son muy cursis, con la onda kawaii (lindo, bonito o adorable en japonés) que me fascina”, señala.
Pensado en sus inicios como cafetería para niños, en Cursi Donuts encontramos exquisitos milkshakes, sándwich y pizzas, todo en formato de esta dulce preparación.
Siulong, quien se encarga de todo, nos recibió como una donuts, muy dulcemente, contándonos acerca de las preparaciones estrellas del lugar: milkshake óreo, frapuccino óreo, pancakes, tata burguer y la pig donuts.
Nosotros nos inclinamos por los milkshakes Rainbow, helado de vainilla, leche, frutillas, crema chantilly, chispitas de colores, galletas oblea y marshmallow ; y el Cookie Monster Milkshake, muy coloridos, frescos y ricos, los que acompañaron a una Pizza Pepperoni Bambino, fina masa artesanal, salsa pomodoro, queso mozzarella, pepperoni, aceitunas negras y un toque de orégano; el famoso Sándwich Tata Burguer, pan artesanal, hamburguesa casera, pepinillos, tocino y queso cheddar (nombre en honor a su “tata”) y, por supuesto, que una variedad de donuts, en todos sus formatos. Los más grandes tienen relleno, ya sea con salsa de frambuesa, chocolate, caramelo o manjar.
El lugar en sí es pequeñito, pero precioso: mucho color, una gran dona que corona la entrada, en su terraza cada silla tiene cojines de donuts y muchas flores. Dentro del local tienen con una pequeña barra con taburetes, y una mini salita donde puedes escribir lo que quieras en post-it y dejar tu escrito en sus paredes, cuyos mensajes están llenos de alegría y cariño a este lugar.
Pronto renovarán su carta, cuyo formato también es una donuts con bellas ilustraciones, integrando una pizza dulce y hamburguesa vegana; entre otras opciones. Asimismo, trabajan como delivery, realizan encuestas, vía redes sociales, para saber lo que quieren sus seguidores, reciben pedidos especiales y personalizados (con un día de anticipación, para veganos y celiacos) y, generalmente, entregan muchas donuts durante los recreos en los colegios. ¡Qué entretenido!
Nos sorprendimos gratamente con este mundo donuts, donde los sabores y la onda creada por Siulong (pequeño dragón en japonés) no pasan desapercibidos. Un espacio lúdico, novedoso, creativo y único en La Serena (me atrevería decir que también en el país) que de todas formas deben visitar. Ricos milkshakes y cafés, jugos naturales, chocolate caliente, pizzas y sándwich al alcance de todo bolsillo, y tantas donuts para siempre regresar. ¡Un 7!
¡Síguelos!
Huanhualí 640 A, La Serena
Facebook: Cursi Donuts
Instagram: Cursidonuts
Fotografías: David Rojas