CHECKPOINT RESTOBAR: UNA AVENTURA GASTRONÓMICA Y VIRTUAL EN IQUIQUE

Checkpoint, nuevo establecimiento iquiqueño, mezcla las pasiones de su dueño: los videojuegos y la gastronomía, en forma de un restaurante temático en el que los personajes e historias de los más populares juegos son los protagonistas, tanto en sus instalaciones, como en la inspiración para su cocina. 

Así, y en tan sólo seis meses de funcionamiento, el local ha conquistado a los gamers iquiqueños y a quienes buscan una propuesta de cocina entretenida. Y es que al ingresar a Checkpoint, es inevitable trasladarse mentalmente al interior de una aventura virtual, complementado con una gastronomía tan sabrosa como particular.

La carta está plagada de referencias a la cultura pop y gamer, en el que el cliente puede ir disfrutando originales preparaciones relacionadas a juegos de moda. “Vamos innovando con lo que va saliendo en la actualidad. Ejemplo, con el estreno de Venom, sacamos algo especial, un sándwich de carne mechada en su honor”, cuenta Ricardo Gutiérrez, representante legal del local. La contingencia alimenta el menú, y si estas innovaciones gustan, se quedan en carta: “Si le sigue gustando al público la propuesta, se queda en la carta. Así fue como nació la Chimichanga, por el estreno de Deadpool”, comenta su dueño.

Aunque llegamos a este lugar pensando encontrar sólo sabores clásicos del fast food, nos sorprendimos gratamente con preparaciones bien desarrolladas. Realmente, adictiva resultó la mencionada preparación alusiva a DeadPool, en forma de una riquísima chimichanga: tortilla de harina rellena y frita, rellena de carne, cebollín, queso y el picor único de la sriracha, en una mezcla gloriosa de la crocancia de la fritura, el queso untuoso y un contundente y picoso relleno. Da para ser tan fanático de ellas como Wade Wilson.

Probamos igualmente otro plato que nos sorprendió: un salmón cocinado a la perfección -nada seco y sabroso, parte de un interesante sándwich (Salmon Run), que, acompañado de hojas verdes, brotes, mozzarella y pesto, fue de los puntos altos de nuestra visita. No podemos dejar las bases de la comida rápida norteamericana, como un sándwich en honor a Venom – en un pan coloreado negro- (realmente similar a la imagen del personaje), además de la hamburguesa Bowser, con cremoso queso cheddar en su interior, un toque de su delicado pesto y una buena guarnición de cebollas tempura.

El pollo frito también estuvo presente en forma de sus “popplers”, que se complementaron de manera excelente con un rico alioli y una sorprendente salsa rocoto-maracuyá, que despierta los sentidos, fusionando el fruto agridulce con un justo picor (no dejen de pedirla), que resulta también increíble para dipear unas ricas papas fritas.

Checkpoint no tiene patente de alcoholes, pero sorprende con sus “mocktails”, (cócteles sin alcohol). De ellos, probamos una Poción de escudo, alusiva a Fortnite, que destacó con su color azul y un sirope casero. Además, la cerveza de mantequilla de Harry Potter, tan suave como acaramelada y, finalmente, una Poción multi-jugos, con notas dulces matizadas con hierbabuena y coco, - nuestra preferida-, complementando un recomendable panorama para pasar una tarde en familia.

Síguelos! 

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Fotografías: Franco Miranda