Son más de 50 los años de trayectoria que hacen de Da Carla un clásico capitalino, ya presente en los hitos de la historia gastronómica nacional. Fue en 1958 cuando la italiana Carla Schiavini, una mujer de peculiar personalidad, de trato directo pero mirada acogedora, decidió emprender un desafío que no tardó en dar frutos. Su negocio fue el pionero del barrio, en pleno corazón de la ciudad, cuando eran muy pocos los restaurantes que habían en Santiago y, menos aún, los presentes en el sector.

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