Cafeterías y Teterías en Santiago

CAFÉ MONTENEGRO, CAFÉ DE BARRIO Y MUCHO MÁS EN ÑUÑOA

Cuando vives en un barrio, siempre estarás en búsqueda de tu panadería, de tu reparadora de calzado, almacén y verdulería, pero siempre estará en primer lugar esta implacable búsqueda: el café de barrio. En esta pesquisa por los barrios de Ñuñoa, llegamos a Café Montenegro, que está por cumplir dos años en la esquina de calle Montenegro con Av. Presidente José Batlle y Ordoñez. 

Fuimos tentados un día sábado a probar el menú diario (ya habíamos adelantado que era más que una cafetería), y de inmediato el lugar nos sorprendió por cumplir con la expectativa, con una fachada típica de café de barrio tal como uno la imagina: esquina impecable, estilo vintage moderno, pizarra anunciando el menú del día y mesitas en la calle. Sin detenernos más en detalles, entramos y tomamos una mesa.

Pedimos el menú del día, un Tiradito de Atún Rojo con salsa con jengibre, cebollín y sésamo. Un atún fresco, tierno y delicioso que junto al jengibre y cebollín chispeaba en la boca. Un comienzo que si o si despierta las papilas gustativas.

De plato de fondo, nos deleitamos con un tierno Osobuco al vino tinto con risotto de arroz arbóreo y champiñones. La carne estaba sabrosa, muy bien aliñada y suavemente se desprendía del hueso. El risotto, por su parte, cremoso como debe ser, haciendo de pareja perfecta para la protagónica carne.

Siempre dejamos un espacio para la guinda de la torta, el postre. Esta vez nos sorprendimos enormemente con éste. Llegó a nuestra mesa un plato de color negro con un Mouse de Chocolate Blanco con cubierta roja, acompañado de una estela de gel de maracuyá y tierra de chocolate y avellanas, coronado con una lámina de chocolate. Simplemente nos encantó y contemplamos este plato como una bien compuesta y atractiva pintura. En su disposición visual, los elementos lograban una composición perfecta, asimilando ser un cometa en el cielo. Nos preguntamos si su estética superaría al sabor, por lo que nuestras cucharadas deformaron este cuadro y descompusimos la obra. Valió la pena. Un sabor único, una mezcla en su dulzor preciso y una unión de sabores perfecta. 

Grato final para un menú diario, muchas veces menospreciado término al cual muchos relacionamos con platos sencillos y de fácil preparación. Sobre todo su postre y coronación. Muchos restaurants no llegan a tener postres de este nivel y en su lugar entregan tímidas preparaciones que no quedan en el recuerdo. Acá es todo lo contrario, pues el menú está compuesto tal como la música: va in crescendo, tomando el postre el lugar culmine de esta experiencia.

La gente vuelve a estos lugares, no sólo por su café de calidad y por un buen ambiente, sino porque nunca se deja de sorprender hasta finalmente incorporar la sorpresa como un hábito. Café Montenegro, ofrece excelentes y completos desayunos y onces, así como también originales sándwiches, pero si o si, su laboratorio, su valor agregado, su capricho y lugar, de más fina expresión, es su menú diario y al cual ya muchos hemos de volver.

Café Montenegro

Instagram: @cafe_montenegro
Facebook: @cafemontenegronunoa
Dirección: Av. Presidente José Batlle y Ordoñez 4385


Gabriela Diéguez - Santiago

Periodista, colaboradora de Chile Gastronomía

gdieguez@chilegastronomia.cl

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